Justine Maroske



Durante casi un año, me sentí muy débil y agotada en general, con constantes resfriados y a menudo sin energía para afrontar mi rutina diaria con motivación. Los dolores de cabeza y de estómago también me habían aquejado alternativamente durante varios años. Normalmente soy una persona muy tranquila y relajada, pero me cuesta mucho soltar y expresar mis emociones, independientemente de su naturaleza. Estos diversos problemas fueron mi motivación personal para acudir a Julia Neumeister.

Desde el principio, estaba preparada para muchas cosas durante este tratamiento. Pero nunca imaginé que Julia me provocaría tanto. Incluso durante el tratamiento, noté que toda mi circulación empezó a circular y se agitaron todo tipo de emociones. Sin embargo, me sentí simplemente a gusto e increíblemente liberada.

Por la noche, seguía conmocionado por los acontecimientos, y mis pensamientos giraban en torno a los sentimientos que Julia me había despertado, lo que provocó que todo volviera a estallar. Durante los días siguientes, también noté muchos cambios en mi percepción emocional.

Es como si me reencontrara. He descubierto una energía completamente diferente dentro de mí, y quienes me rodean también me perciben como alegre y muy positiva. Desde entonces, también percibo a las personas y las situaciones de una manera completamente distinta, tomo decisiones con mucha más calma y, simplemente, me siento en completa paz conmigo misma.

Ya no siento que quiera tenerlo todo bajo control, y mi actitud fundamental ante la vida ha cambiado a "Todo sucederá como debe ser". Además, puedo dejar fluir mis emociones con mucha más facilidad, y todo me hace sentir más que bien en todo momento.

Lo que Julia logró despertar en mí con un solo tratamiento es inimaginable. Me siento increíblemente feliz y agradecida a la vez, y ahora puedo afrontar la vida cotidiana con una actitud completamente nueva.

Justine Maroske